El neuromarketing nos brinda varios trucos que podemos aplicar en el diseño y decoración de interiores para mejorar las probabilidades de venta.
Estás en una tienda de ropa probándote un par de pantalones de diseño muy original. Mientras te ves en el espejo que está fuera del probador te das cuenta lo bien que te ves. Esos pantalones te hacen ganar estatura, estilizan tu silueta y te generan una sensación de bienestar.
Seguramente los querrás comprar, pero necesitarías zapatos que le combinen.. ¡Qué conveniente! En el reflejo del espejo en el que te observas también notas que la sección de zapatos está justo allí, a unos pasos.
Todo el proceso fluye, hasta pareciera que la tienda conspira para darte todos los elementos que necesitas para que compres esos pantalones. Puede ser que no estés tan lejos de la realidad.
Conocimiento provisto por investigaciones y análisis de actividad cerebral, sumado a la psicología del consumidor, han logrado crear diseños en la decoración de interiores que permiten aumentar la frecuencia de visita de los clientes en centros comerciales y tiendas. Todo esto sin tener que recurrir a medidas explícitas o demasiado obvias.
¿Qué elementos del diseño y decoración de interiores pueden beneficiarse del neuromarketing?
La respuesta es simple: todos. No se trata de sobreesforzarse, sino de encontrar los elementos que el tipo de tienda o comercio necesita.
Por ejemplo, la firma de diseño de interiores Kplus Konzept realizó un proyecto de tránsito masivo, en el que encontraron que colocar fotografías de bibliotecas dentro de los vagones de pasajeros de un subterráneo redujo los niveles de ruido significativamente.
Esto solo demuestra que ciertos estímulos (como la creación la atmósfera artificial de una biblioteca), activa patrones de comportamiento (guardar silencio), sin que siquiera nos demos cuenta de ello.
Otros métodos parecidos pueden usarse para regular los patrones de comportamiento de los clientes en tiendas, supermercados y centros comerciales. Estas son algunas técnicas comunes:
- El uso de espejos: esto reduce la velocidad a la que las personas caminan, porque los obliga a hacerse conscientes de su propia presencia.
- Las llantas de los carritos del supermercado: las personas monitorean su propia velocidad al caminar basándose en los movimientos del carrito del supermercado.
- La textura en el piso: una alfombra ayuda a que te quedes más tiempo, porque resulta más suave y confortable. Baldosas más pequeñas hacen que tu cerebro piense que estás avanzando más rápido, obligándote a bajar el ritmo al que caminas. Por eso los pasillos del supermercado que tienen ofertas en productos de precios muy altos tienen baldosas más pequeñas.
Es muy importante tomar en cuenta los cambios de comportamiento generado ocurren a nivel subconsciente.
Esos son algunos de los elementos más comunes de diseño y decoración de interiores que tienen una explicación a través del neuromarketing:
Zona de descompresión:
La entrada, suele ser la transición entre el área de estacionamiento y el área de la tienda. Es sumamente sobria, colores neutros y nada que sobresalga o llame particularmente la atención.
Probablemente debas atravesar unas puertas automáticas o escaleras eléctricas que te obliguen a bajar el ritmo al que avanzas.
La idea es reducir cualquier presión que traigas de otro lado y permitirte entrar al ambiente que propicia la compra. Es básicamente como cuando reinicias una computadora, pero con tu cerebro.
Técnicas de desorientación:
En las tiendas, centros comerciales y supermercados no vas a encontrar relojes por ningún lado, y rara vez vas a poder ver el mundo exterior. Estas son técnicas muy comunes para distorsionar tu percepción del tiempo.
Si no puedes ver la hora, ni saber si el sol brilla fuerte o ya se ocultó, te será más difícil saber cuánto tiempo llevas en el lugar. Mientras más tiempo pases allí, más probabilidades habrá que encuentres algo que te interese y lo compres.
Aspectos generales:
En los centros comerciales los esquemas de iluminación y color son duros y brillantes. Los pisos son de baldosas y lustrosos, nunca opacos.
El lugar es ruidoso, con personas hablando y niños gritando. Todo esto te hace anhelar la comodidad relativa que ofrecen las tiendas, empujándote a entrar a ellas.
A la derecha:
Lo más probable es que en cuanto entres a una tienda gires a la derecha, que es lo que la mayoría de las personas hace. Es tan común que lo hagamos, que se ha convertido en el lugar ideal para colocar las ofertas, especiales y recomendaciones.
Esta área va a ser mucho más calmada, la música más tranquila y la iluminación acogedora. Incluso, es probable que esté alfombrado, para que la sensación al caminar sea más suave y te quedes más tiempo.
Los productos más comprados están lejos:
En un supermercado los productos más comprados están apartados de la entrada y lejos entre sí. El pan nunca estará junto a la leche. Esto es así para que las personas visiten la mayor cantidad posible de pasillos durante su visita. Así, aumentan las probabilidades de que una compra impulsiva ocurra.
El egoísmo:
Resulta que mientras más tiempo pasemos de compras, nuestro lado más egoísta va tomando fuerza. Por eso no es raro que al final de nuestra compra en el supermercado terminemos en la zona de los licores y alcohol.
Estaremos tentados a premiarnos a nosotros mismos con esa botella de vino que tanto nos gusta, o el sixpack de lagers que está a la altura de nuestra vista. Es más, en este espacio los pisos serán de madera y la iluminación ligeramente más cálida.
La zona dorada:
La última compra impulsiva probablemente la hagas mientras esperas en la línea de la caja registradora. Los dulces, revistas y cigarrillos en el supermercado; los pequeños accesorios, como aretes o pines, en la tienda de ropa; o un helado a la salida del centro comercial.
¿Qué otros elementos de diseño y decoración de interiores conoces que ayuden a incrementar las ventas?
Comunicadora social, amante de la música, las letras y la cocina, sin importar el orden en el que aparezcan. Ávida de conocimiento y aprendiz permanente de la vida.