El mesero llegó finalmente con nuestra orden, mi plato se veía delicioso. Era una ensalada de Florentina acompañada de un smoothie de vainilla y fresa. Me sentía orgullosa de mi decisión ya que sentía que iba a ser un almuerzo muy saludable… aunque debo admitir que los nombres de los postres sonaban muy apetecedores.
Sin embargo sentía la mirada de desaprobación de mi amiga nutricionista frente a mí. «Creí que habías decidido hacer dieta,» me dijo confrontativamente. A lo que respondí «La estoy haciendo,» con una gran sonrisa antes de tomar un poco de mi smoothie.
Ella movió su cabeza de lado a lado, negando mi afirmación. «Lo que tienes ahí es un plato con lechuga, espinaca, champiñones, cebolla, tocino, tomate, pollo y aderezo Ranch,» dijo señalando mi plato. Claro que lo único que yo escuché fue lechuga y espinaca.
Continuando agregó, «La combinación de todos esos ingredientes suman más de 700 calorías, daría igual si estuvieras comiendo una hamburguesa.» Me sentí muy mal de inmediato. «Al menos tome una buena decisión con mi smoothie,» dije queriendo alivianar mi frustración.
Pero termine sintiéndome aún peor cuando ella me indicó que mi smoothie era en realidad una milk shake con un nombre distinto.
¿Te ha pasado lo mismo que a mí? ¿Has intentado comer más sano y te dejas llevar por los nombres de los postres o de los platos fuertes que están en el menú para luego descubrir que era igual de poco sano que la comida rápida?
Cómo afecta el nombre de los alimentos en la dieta
Se realizaron cuatro estudios publicados por Journal of Consumer Research, donde se investigó sobre la influencia de la alteración del nombre de un alimento en personas realizando dieta y en personas sin hacer dieta.
En los cuatro se observó que cuando a un alimento se le asigna un nombre relativamente saludable, como «ensalada» la tendencia es considerar que no afecta a la salud.
En cambio cuando se utiliza el mismo producto con los mismos ingredientes, aspecto y tamaño de porción pero con un nombre relativamente poco saludable como «pasta», las personas que hacen dieta la perciben como menos saludable.
Las percepciones de la salud afectan las evaluaciones del sabor y el consumo. Las personas que hacen dieta perciben los alimentos con nombres relativamente poco saludables como menos sabrosos y los consumen en menor medida que los que no hacen dieta. Disminuyendo así las ventas de los mismos.
Piénsalo, si estuvieras en una dieta ¿qué preferirías comer? ¿Potato chips o Veggie chips? Ambas están repletas de carbohidratos y grasas, pero sólo una suena como una opción más saludable.
Puedes aprender más de este tema a través del artículo Neuromarketing y la dieta: cómo nuestro cerebro percibe la comida.
Como puedes ver, el escoger el nombre adecuado para los alimentos que ofreces es primordial para asegurarte de incrementar tus ventas.
Influencia de los nombres de los postres en las ventas
Vamos a poner el tema de la dieta y la comida saludable a un lado para adentrarnos al mundo de los postres fríos.
Anteriormente en el artículo de Neuromarketing en la repostería, hablaba sobre la importancia de tomar todos los sentidos en cuenta para diseñar una experiencia única dentro de una pastelería. Consejos que pueden aplicarse para crear el ambiente ideal para los clientes en cualquier negocio.
Pero no sólo el ambiente es importante, sino también el aspecto de los postres y el nombre que se les asigna. El darles a estos el nombre adecuado influye en el subconsciente de la persona, haciendo que se le antoje probarlo y lo termine ordenando en una pastelería o en un restaurante.
Pero ¿cómo puedes saber que nombre darle a tus postres? La Menorquina comparte algunos tips de nombres para hacer los postres fríos aún más atractivos:
1.»Bizcocho de yogur con regia mousse de limón»
La palabra «mousse» le brindará un aspecto más sofisticado a esos postres formados por cremas de frutas.
2. «Pastel de frutas del paraíso y miel de azahar»
El utilizar flores y frutas, transmiten delicadeza, dulzura y suavidad.
3. «Tarta de arroz, con coco rallado y semillas de sésamo»
El involucrar alimentos nutritivos es ideal para los clientes que buscan probar algo sano y dulce al mismo tiempo.
4. «Bizcocho crujiente de chocolate con bomba de vainilla»
La palabra «crujiente» crea una relación con postres conformados por ingredientes como galletas y chocolate, haciéndolo sonar sumamente atractivo y sabroso.
5. «Condesa de coco y dulce de leche»
Los sustantivos con aire noble como «condesa», «reina» o «marquesa» le otorgan un estilo único y exclusivo.
6.»Mousse au chocolat»
El darle el nombre en idioma inglés o francés le brinda un toque sofisticado.
7. «Bola de vainilla bañada en caramelo tibio y tarta de chocolate caliente.»
El utilizar adjetivos cálidos como «tibio» o «caliente» invita a las personas a consumirlos aún durante las épocas de frío.
8. «Tarta de los enamorados.»
Los postres sencillos pueden convertirse en algo especial cuando se relacionan con festividades como el día de San Valentín o Navidad.
9. «Mousse de manzana con visión de rayos X.»
El utilizar nombres relacionados a súper héroes o temas infantiles le dan un toque único y divertido.
10. «Los muffins de chocolate de Doña Julieta»
Se puede hacer uso del nombre del propio repostero para humanizar el plato y ponerle algo más personal. Brindará un sentir más acogedor y una sensación de algo «hecho con amor.»
¿Qué te parecen estos tips? En lo personal a mi ya se me está antojando comer algo dulce. Y estoy segura que no soy la única a la cual le produce este efecto.
¡Prueba algunos de estos tips para diseñar el nombre de los postres y regresa a contarnos los resultados que obtuviste!
