Chief science officer: un gerente de neurociencia. Esta nueva posición potencia la innovación de las empresas para mejorar la experiencia de sus clientes.
Muchas empresas han conformado equipos de Investigación y Desarrollo (R&D) dentro de su estructura organizacional, pero ahora es posible añadirle el elemento neurocientífico a los esfuerzos de investigación de estos departamentos.
El perfil del Chief Science Officer: un gerente de neurociencia
Para ello se hace necesario contar con un gerente de neurociencia que lidere los equipos de investigación; un directivo que tenga una serie de cualidades como:
- Compromiso con la innovación y apertura a la tecnología
- Valoración de métodos de medición biométricos
- Conocimiento del potencial de las emociones
- Conocimiento del potencial de los estímulos sensoriales
Los equipos de R&D son los encargados de los esfuerzos de innovación de las empresas. Usualmente los esfuerzos de investigación y desarrollo son dirigidos a ofrecer versiones mejoradas de un producto, pero con un liderazgo neurocientífico, la investigación puede resultar también en más ventas del mismo producto.
Este es el caso de las sopas Campbell’s. Hace unos años, la gente encontró en los supermercados un nuevo diseño de la famosa sopa. En la nueva etiqueta ya no se incluía la cuchara, se cambió el recipiente por uno más contemporáneo que contenía una sopa que emitía vapor.
Este cambio visual se debió en gran medida a una investigación neurocientífica que recopiló las reacciones de los consumidores a la etiqueta anterior. Esta investigación incluyó:
- Mediciones de seguimiento ocular (eye-tracking),
- Dilatación de pupilas
- Mediciones biométricas de actividad cardiaca y respiratoria
- Niveles de sudoración
- Cambios en la postura corporal
Los resultados de esta investigación mostraron en términos de reacciones corporales involuntarias los cambios que eran necesarios en esta etiqueta.
Si bien la investigación en las empresas va dirigida al cliente externo, el aporte neurocientífico puede beneficiar también al cliente interno. Algunos ámbitos en los que el conocimiento neurocientífico de las emociones y estímulos beneficia el área laboral:
Aspectos ambientales: La calidad de ventilación, iluminación y cantidad de ruido ambiental son factores que influyen psicológicamente y pueden incrementar o reducir la productividad.
Estimulación del pensamiento estratégico: El estrés es una respuesta natural necesaria hasta cierto punto, pero puede reducir la capacidad creativa si se incrementa más de la cuota necesaria. Si las empresas implementan políticas de liderazgo proactivo, consciente de las desventajas de la presión excesiva, estas políticas pueden reducir los niveles de estrés, creando una cultura laboral de logros planificados y organizados.
Este post que está circulando en redes sociales lo define claramente:
Cuando un Chief Science Officer impulsa un ecosistema interno de planificación, se reduce el estrés y la corteza preforntal (el área de alto razonamiento) domina a las reacciones impulsivas, haciendo del trabajo un ambiente fértil para el pensamiento estratégico y la resolución de problemas.
Créditos de foto imágen destacada: Mark Schierbecker – Own work, CC BY-SA 4.0, https://commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=36966174
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