En la era digital actual, donde la atención es un recurso escaso y altamente disputado, la importancia de los imagotipos, isotipos y logotipos se eleva a un nivel crucial en la estrategia de comunicación visual de cualquier entidad, ya sea una empresa, una marca personal o una organización.
Estos elementos no solo representan la identidad visual de una entidad, sino que también desencadenan respuestas emocionales y cognitivas en el espectador en un instante. En un mundo donde el tiempo de exposición y la cantidad de información compiten por la atención del usuario, la capacidad de estos elementos para comunicar rápida y efectivamente los valores, la personalidad y la esencia de una marca es invaluable.
Cada aspecto de todos los logotipos, desde el color hasta la forma, desde el diseño hasta el contexto, es cuidadosamente procesado por el cerebro humano en milisegundos, influenciando nuestras percepciones, decisiones y emociones. Así, la elaboración y la elección de estos elementos no son tareas simples, sino decisiones estratégicas que requieren la expertise de profesionales del diseño gráfico para garantizar una comunicación visual eficaz y una conexión emocional duradera con el público objetivo. Pero, ¿cómo afectan al cerebro?
El ojo no percibe el color directamente; es el cerebro el encargado de crear esa percepción a través de complejos procesos neuronales. En el córtex visual, se identifican formas y objetos, siendo capaz incluso de percibir formas que no existen físicamente, como objetos ocultos en el espacio. El significado y el contexto determinan cómo se procesa la información y se incorpora a la memoria para comprender y reflexionar sobre lo observado.
¿Cómo se procesan estos elementos? En apenas 400 milisegundos, el cerebro humano realiza el siguiente proceso:
- El ojo envía una señal al cerebro al observar un logotipo o varios logotipos. Primero se percibe el color y luego la forma.
- El cerebro relaciona el patrón visual del logo con experiencias previas almacenadas en la memoria.
- Todos los elementos se combinan para identificar el objeto observado.
- Los atributos semánticos de las experiencias otorgan sentido y reconocimiento al objeto.
¿Dónde ocurre este procesamiento? Principalmente en varias regiones del cerebro:
- Córtex visual: responsable de procesar la información visual, incluyendo objetos, patrones, color y forma.
- Córtex del cíngulo anterior: está directamente relacionado con las emociones.
- Córtex prefrontal: añade significado y contexto a los patrones e imágenes, procesando el pensamiento complejo.
- Circunvolución cerebral: donde se reconoce el color, ubicado en el lóbulo temporal.
- Amígdala: procesa la memoria y las reacciones emocionales.
- Córtex orbifrontal: detrás de los ojos, es donde se toman decisiones y se procesan recompensas y castigos.
- Córtex insular: relacionado con la emoción y el funcionamiento personal.
Los logotipos son fundamentales en la identidad corporativa, determinando colores, estilo y reflejando la personalidad de la empresa o marca. Es esencial contar con profesionales del diseño gráfico para su elaboración, aprovechando así su capacidad para transmitir confianza y seguridad a clientes actuales y potenciales.
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