En la actualidad, la gran mayoría de las empresas que quieren mejorar su estrategia de marketing de contenidos no piensan en el campo de la neurociencia (la ciencia que estudia el funcionamiento del cerebro).
Sin embargo, hay que resaltar que gracias al neuromarketing, la aplicación de las investigaciones de la neurociencia al marketing, se pueden crear contenidos más exitosos que conectan de forma positiva con la mente del consumidor.
Por supuesto la mayoría de las empresas, no va a contratar a un neurocientífico para analizar la eficacia de sus estrategias de marketing de contenidos. En cambio lo que sí pueden hacer es utilizar toda la investigación existente de neuromarketing para elaborar planes de marketing de contenidos más eficientes.
A continuación vamos a resaltar las ideas claves, dentro del ámbito del neuromarketing, que las empresas pueden utilizar para mejorar y perfeccionar su estrategia de marketing de contenido:
Usar las emociones para despertar el cerebro: el cerebro se pone en marcha cuando somos estimulados por emociones poderosas e intensas. Ante una experiencia que induzca a una emoción positiva nuestro cerebro nos despierta para poder disfrutar del placer que nos provoca dicha experiencia.
En el caso de las emociones negativas nuestro cerebro también nos despierta, en este caso, para trazar la forma de protegernos y aislarnos de la experiencia negativa. Por lo tanto, el contenido que desencadena emociones fuertes (positivas o negativas) juega un papel clave en la activación del cerebro, lo que a su vez, nos hace más propensos a absorber y retener el contenido que está delante de nosotros.
Apelar a los instintos egocéntricos y egoístas del cerebro: nuestro cerebro ha evolucionado para ser egoísta, para reaccionar de manera que nos proteja para estar vivos (es decir, el instinto de supervivencia) y para ayudarnos a sentirnos bien con nosotros mismos.
Por lo tanto, las piezas de marketing de contenido que halaguen al ego de los lectores serán bien recibida por éstos. Por lo tanto los mensajes que se den tienen que hacer referencia a los consumidores (y no a la empresa ni a los productos), haciéndoles ver que estás de su parte y que te preocupas de sus cosas.
Hay que hablarles de ellos y de los beneficios que les puedes aportar.
Tener preferencia por las cosas que son tangibles: Resaltar aspectos como el tiempo y la energía extra no activan al cerebro. Lo mejor es incidir en los beneficios tangibles de usar un producto o servicio, tales como ganar más dinero y aumentar el ROI.
Visual: El cerebro responde rápidamente a la estimulación visual. Eso no quiere decir que el contenido escrito no pueda aplicarse, pero sí quiere decir que el contenido visual convincente es la mejor herramienta para la venta al cerebro.
Por lo tanto es importante considerar el uso de fotografías, infografías, ilustraciones y vídeos para apelar a la preferencia del cerebro por el aprendizaje visual.
Alimentar el deseo de familiaridad del cerebro: la neurociencia ha demostrado que la familiaridad es un factor importante de interés, ya que el cerebro busca comodidad y menos gasto de energía en las interacciones con el mundo que nos rodea.
De hecho, cuando reconocemos patrones familiares, nuestro cerebro responde produciendo la dopamina neuroquímica inductora del placer. En el mundo del marketing de contenido, estos patrones familiares incluyen las fuentes, las imágenes, los gráficos y las opciones de color que usamos en la producción de contenido.
Usar lo sencillo y simple (KISS) y evitar al cerebro la complejidad: cualquier cosa que el cerebro perciba como difícil de procesar e interpretar automáticamente se convierte en una tarea complicada que consume mucho tiempo y energía y por lo tanto evitará hacerla.
Esto significa que debemos ser conscientes de todas las posibles barreras de acceso a lo sencillo, que son, desde la dificultad del lenguaje utilizado, elegir una fuente de letra poco legible, hasta un gráfico complejo o un párrafo de texto demasiado extenso.
Sorprender al cerebro con palabras inesperadas: cuando estamos leyendo un contenido, nuestro cerebro está conectado para procesar información rápidamente prediciendo y procesando esencialmente las palabras y las construcciones de frases que esperamos leer. Por lo tanto, en el mundo del marketing de contenido, utilizar palabras inesperadas van despertar al cerebro.
Por ejemplo, si leemos la frase “El dinero no crece en _____”, es probable que nuestro cerebro rellene automáticamente la palabra final (es decir, “árboles”). Sin embargo, si en cambio nos encontramos con las palabras “los coches deportivos”, como en “El dinero no crece en los coches deportivos”, nuestro cerebro se despierta repentinamente y nuestro interés se despierta. También son recomendables los juegos de palabras para estimular al cerebro.
Como vemos la neurociencia es un gran activo dentro del marketing que nos enseña cómo usar las emociones para despertar, estimular y conectar mejor con el cerebro del público objetivo de las empresas y por lo tanto el uso de la misma a la hora de desarrollar una estrategia de marketing de contenidos se convierte en primordial.
Por Vicky Lahiguera.
Neurocoach personal y profesional, certificada en Neuroventas por Jürgen Klaric. Actualmente se desempeña como Co-directora de VL Neurocoaching y Desarrollo.