Un nuevo artículo de PNAS plantea una interesante sugerencia respecto a nuestro cerebro, la cual indica que este pasa por ciclos anuales. De acuerdo con los autores Christelle Meyer y sus colegas, sus resultados revelan una nueva evidencia de efectos estacionales en la función cerebral cognitiva humana que podrían contribuir a los cambios cognitivos en momentos específicos del año.
Aunque el estudio, aún es muy pequeño para ser concluyente.
Meyer et al. utilizó fMRI para analizar a 28 jóvenes participantes. Cada uno de los voluntarios pasaron 4 días y medio en un laboratorio «carente de señales estacionales», en el cual incluyeron un periodo de privación de sueño, antes de ser digitalizada.
Durante la fMRI, los participantes llevaron a cabo dos tareas cognitivas, una medición de atención sostenida, y otra función ejecutiva. Meyer et al. examinó la temporada en la que la exploración de la resonancia magnética funcional llevó a cabo correlacionada con la actividad cerebral durante las tareas (este estudio se llevó a cabo en el transcurso de 18 meses, entre mayo de 2010 y octubre de 2011). Resultó que habían algunas correlaciones significativas. A través de varias áreas del cerebro, la actividad neuronal siguió un ciclo estacional. Aquí está la tarea de la función ejecutiva:
Según Neuroskeptic, la perspectiva es la siguiente: Los ciclos sinusoidales impresionantes vistas en las partes B y D de la imagen de arriba son un ejemplo del efecto de las correlaciones de vudú, pero la preocupación principal es el tamaño de la muestra de tan solo 28 personas. Es algo muy pequeño como para ser un estudio inter-sujetos destinado a medir las correlaciones sutiles de este tipo.
Es de suponer que el tamaño de la muestra fue limitado debido a la impresionante cifra de cinco dias de trabajo en los que fueron testeados cada participante. No pudo haber sido algo algo fácil (o barato) para mantener a cada voluntario en el laboratorio en condiciones estrictamente controladas, desprovisto de señales de temporada durante tanto tiempo. Estas precauciones estaban destinadas a garantizar que los factores asociados con las estaciones, tales como la temperatura y el nivel de luz, fueran controladas para revelar los efectos de la temporada en sí.
Sería más convincente si los autores hubieran demostrado que los efectos de la estacionalidad eran también (aunque débilmente) presente en una amplia muestra de las exploraciones normales. Como por ejemplo, el año pasado se descubrió que el tamaño del cerebro cambia en el transcurso de cada día. Ese estudio tenía un tamaño de la muestra n = 9389, agrupados de dos grandes estudios de imágenes por resonancia magnética que tuvieron lugar en diferentes momentos del día.
Quizá algo similar podría se juzgado en este caso… en todo el mundo, los neurólogos se ejecutan estudios de fRMI en todas las estaciones. Tal vez sería imposible agrupar juntos una base de datos de la fRMI usando la misma tarea. Un enfoque alternativo sería para escanear un pequeño número de participantes múltiples veces a cada uno, abarcando el curso del año. Tal diseño seria aumentar el poder estadístico.
Guatemalteca, amante de las artes, del cine y de la música, diseñadora gráfica, fotografa y músico de vez en cuando.