Amnesia de la fuente y el capricho de ver solo lo que se alinea a nuestras creencias son los dos sesgos cognitivos presentes en las intervenciones del presidente electo Donald Trump, en las elecciones de Estados Unidos del 2016.
La autora Gwynn Guilford opina que la habilidad de Donald Trump para mentir llega a niveles patológicos.
Si regresamos unos años atrás, recordaremos que durante las elecciones pasadas, Donald Trump montó una campaña que cuestionaba la validez de la presidencia de Barack Obama, ya que según el ahora candidato, “Obama podría no haber nacido en Estados Unidos”.
Pero debido a que su campaña no fué más fuerte que el carisma de Obama, Trump reemplazó el tema del nacimiento con otras dos afirmaciones con poco fundamento (para Guilford son más bien dos grandes mentiras):
- Hillary Clinton había empezado la campaña del tema del nacimiento.
- Trump envió investigadores a Hawaii para verificar la validez del acta de nacimiento de Obama.
Este video muestra a Donald Trump admitiendo que Obama nació en Estados Unidos, pero dice que Hillary Clinton era una “birther” (persona que cuestiona el nacimiento de Obama en los US).
https://www.youtube.com/watch?v=nKiZKPpmP1g
Claro, tanto la afirmación sobre Hillary Clinton como la afirmación de haber mandado investigadores a Hawaii fueron desmentidas y Trump se ganó la reputación de que habla de cosas que no puede comprobar. Pero sus afirmaciones parecen ganar fuerza debido a dos desviaciones del cerebro que sabe aprovechar muy bien:
Los 2 sesgos cognitivos que beneficiaron a Donald Trump
1.Amnesia de la fuente
Una técnica que Trump usa muy astutamente es la “Amnesia de la Fuente” que consiste en la incapacidad de recordar dónde, cuándo y de quién escuchamos alguna información.
Somos capaces de recordar eventos, pero no siempre estamos seguros del contexto en que experimentamos ese evento. Usualmente la amnesia de la fuente es la causa de una reconstrucción falsa de información o una distorsión de la memoria.
Si una afirmación falsa o información de origen dudoso es mencionada suficientes veces, esta desinformación es almacenada en nuestro cerebro como si fuera una verdad, porque nuestro cerebro recuerda la información, pero no siempre la fuente.
Debido a que Trump es un personaje mediático, su constante repetición sobre la mentira del nacimiento de Obama definitivamente influyó en el hecho de que más del 30% de los estadounidenses crean que Obama no nació en EEUU, de acuerdo a una encuesta de YouGov:
Recordamos lo que se alinea a nuestras creencias
Otro capricho cognitivo probablemente explica por qué es mucho más probable que los Demócratas crean que Obama nació en EEUU, comparados con los Republicanos.
Nuestros cerebros no son máquinas de recolección de información objetiva. Más bien son filtros que clasifican y priorizan información basados en qué tanto dicha información se alinea con nuestros valores y nuestra visión del mundo. Las noticias que respaldan lo que creemos son retenidas por el cerebro. Cualquier información que se anteponga a lo que creemos, es descartada.
Por eso, los Demócratas prefieren ver noticias en CNN y los Republicanos prefieren ver noticias en FOX News. Cada cadena de noticias expone la versión de las noticias con la que más se alinean ideológicamente. Para bien o para mal, en la mayoría de países de Latinoamérica sólo tenemos acceso a la versión Demócrata de las noticias.
Pero esta es la razón por la que Trump sigue siendo un personaje mediático exitoso: El presidente electo sabe cómo hacer para que los medios hablen de él. Y eso le ayudó a llegar a la presidencia. Aunque se organizaron equipos para denunciar sus mentiras durante los debates, “mientras más se repetían sus mentiras, más fuertes se hicieron sus afirmaciones”.
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Consultor de Marketing Digital y Branding. Apasionado por el Neuromarketing y la tecnología que está cambiando la forma en que nos comunicamos.