¿Tienes un sexto sentido que te indica que las personas son auténticas? Todos los humanos tenemos una capacidad para detectar comportamientos tóxicos, pocos genuinos o auténticos. Esto hace que podamos tener y mantener relaciones saludables. Desde las neurociencias del comportamiento, se pueden identificar ciertos patrones que pueden revelar si alguien carece de empatía, integridad o compromiso genuino. Identificar estas señales serán de utilidad para saber si alguien es mala persona, y poder proteger la salud mental y evitar relaciones dañinas.
Falta de lealtad y compromiso
Las personas que solo están presentes en los buenos momentos, pero desaparecen cuando más se les necesita es una mala persona. Se muestran como egoístas y oportunistas. La lealtad es un pilar fundamental en cualquier relación; cuando alguien demuestra falta de compromiso, es probable que tenga interés circunstancial y no genuino.
La manipulación y el chisme
Las personas que les gusta difundir rumores o buscan influenciar a otros para su beneficio propio, es un mecanismo de control. Desde las neurociencias, el chisme activa el sistema de recompensa del cerebro. Da una sensación momentánea de placer a quienes lo practican. Sin embargo, a largo plazo este comportamiento daña la confianza y crea ambientes de desconfianza y negatividad.
Incumplimiento de palabra y deshonestidad
Cuando se promete sin intención de cumplir o que fallan frecuentemente en sus compromisos afecta la confianza de una relación y demuestra ser una mala persona. La neurociencia demuestra que la confianza fortalece la seguridad emocional del cerebro. Por otro lado, las mentiras y engaño activan las regiones asociadas con la ansiedad y estrés.
Falta de empatía y egoísmo extremo
Cuando priorizan únicamente sus necesidades sin considerar los sentimientos de los demás (y reflejan una ausencia de empatía) demuestran una habilidad en la regulación emocional. La falta de conexión con las emociones ajenas pueden indicar rasgos narcisistas.
Reconocer patrones de comportamiento permite tomar decisiones consientes sobre las relaciones (laborales, amistad, pareja, etc.). Siempre existe la posibilidad de equivocarnos, pero es importante identificar si los comportamientos negativos de los demás son ocasionales o si representan la definición de su carácter y personalidad.
La clave para llegar a tener relaciones saludables y duraderas, es rodearse de personas que valoran la honestidad, empatía y respeto.