En su nuevo libro, “How to Stay Smart in a Smart World”, Gerd Gigerenzer aborda la forma en que estamos usando la tecnología para tomar decisiones y cómo podemos mantenernos relevantes en esta era digital.
Gigerenzer, psicólogo y director del Centro Harding para el Alfabetismo del Riesgo en Berlin, ha invertido medio siglo estudiando la forma en que los humanos tomamos decisiones.
En su libro, Gigerenzer analiza la conducta humana cuando entramos en contacto con la tecnología.
El libro How to Stay Smart in a Smart World es un llamado a la lucha por la libertad
El libro de Gerd Gigerenzer cubre varias facetas de cómo la sociedad usa internet, desde algoritmos para encontrar pareja, hasta tecnologías de vigilancia masiva, pasando por la psicología de las redes sociales.
Lo interesante de este libro es que el autor logra hilvanar estos temas populares con una serie de conceptos más profundos, como la libertad humana, la dignidad y la democracia, recordándonos que estos valores están en riesgo si cedemos totalmente nuestro control personal.
De hecho, el libro es un llamado apasionado a seguir peleando por nuestra libertad personal y para mantener viva la democracia.
Dos formas de entender los algoritmos
En “How to Stay Smart”, Gigerenzer analiza dos campos opuestos que comparten la misma suposición: que los algoritmos son superiores a la inteligencia humana.
Por un lado, está la corriente de la tecnología como salvadora, que dice que vamos en un camino inevitable hacia la superioridad algorítmica, y que eso es bueno, porque sólo la tecnología podría salvarnos de nuestras mentes débiles.
Por otro lado, tenemos a la corriente apocalíptica, que asegura que sólo es cuestión de tiempo para que una superinteligencia artificial nos borre del mapa.
Pero en su libro, Gigerenzer se propone articular por qué esta suposición de que la tecnología es superior al cerebro humano, no tiene mucho sustento, aún sabiendo que hay veces que los algoritmos tendrán un rendimiento mejor que el de los humanos y habrá veces que no.
Y estar conscientes de estas posibilidades es muy importante para enmarcar lo que pensamos y cómo nos comportamos en nuestra relación con la tecnología.
¿Cómo salvarnos de estos extremos de opinión sobre la tecnología?
Para el autor, la clave para salvarse de la excesiva reverencia o la excesiva resignación, es tener una comprensión más profunda de lo que hacen los algoritmos y cómo se implementan.
El resultado de este entendimiento, es darnos cuenta de que tenemos opción. Que no debemos confiar ciegamente ni temer a los algoritmos, sino que podemos «mantenernos inteligentes» incluso a medida que avanza la tecnología.
El “Pecado Original” del Internet
Para Gigerenzer, el pecado original de la web fue su comercialización.
Aún reconociendo los beneficios de esta evolución, el hecho de que internet se volvió un modelo de publicidad, implica que los gigantes tecnológicos como Google, Meta y otras plataformas, capitalicen la acumulación masiva de nuestros datos personales.
Para el autor, este es un aspecto crítico que ha convertido al internet en una vigilancia comercial, en un modelo de vigilancia capitalista.
El modelo comercial de anuncios personalizados ha estado influyendo en el comportamiento de las empresas y las personas.
Las empresas buscan mantenernos en sus plataformas el mayor tiempo posible. El incentivo fue desarrollar enormes bases de datos de información personalizada.
Los tres modelos de la gestión de datos en el mundo
El consultor digital Marc Malagelada señala que en los países del primer mundo, hay tres modelos de gestión de los datos en internet.
En el modelo Estadounidense, las empresas tecnológicas tienen el derecho de recolectar cuanta información deseen de sus usuarios, en tanto que son estos los que voluntariamente ceden su información.
En el modelo de Europeo, las regulaciones en temas de internet son tan avanzadas y estrictas, que son los usuarios los que, al menos en teoría, tienen el control sobre sus datos, teniendo la libertad de decidir si los cede a las grandes tecnológicas o no.
La ley GDPR (General Data Protection Regulation) se adoptó en la Unión Europea en 2016, y surgió como una modificación a una ley anterior que se adoptó en 1995.
En el modelo Chino, es el gobierno el que tiene derecho sobre los datos recolectados por las grandes empresas tecnológicas que operan en internet.
Con esta premisa se trata de fundamentar el bloqueo a TikTok que promueven varios congresistas estadounidenses. Sin embargo esta iniciativa pasa por alto que las mismas tecnológicas de Estados Unidos han estado coleccionando datos personales de sus usuarios alrededor del mundo por años, muchas veces sin que estos sean conscientes de ello.
Hablando de estos tres modelos, Gigerenzer dice que la mayoría de la gente no es consciente del nivel de vigilancia digital que hay en el mundo.
Nuestros dispositivos móviles nos escuchan, nuestras smart TVs pueden estar grabando cada conversación que tengamos frente a ellas. Incluso algunos juguetes inteligentes diseñados para niños pequeños tienen la capacidad de captar información sobre sus pequeños dueños.
Promover la alfabetización digital y la elección informada
Gigerenzer tiene una visión para la gente en un mundo saturado de algoritmos: “debemos educarlos en estos temas tanto como sea posible, para empoderarlos y que sean capaces de tomar decisiones informadas por sí mismos.”
El autor concluye: “yo me propongo trabajar por un mundo de libertad y dignidad. No libertad de elección per se. Esa no es la idea, sino libertad de elección informada. La elección sólo significa que tienes las puertas abiertas para hacer lo que sea, Pero la elección informada significa que entiendes lo que encontrarás al abrir la puerta.”
Basado en el artículo Staying Smart in a Smart World: A Conversation with Gerd Gigerenzer, por Evan Nesterak, October, 2022.
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