La consultora financiera The Motley Fool compartió un tuit que cobra mucho sentido en estos días de incertidumbre financiera: “Sería mejor si los temas de Finanzas se enseñaran en los departamentos de Psicología e Historia en las universidades”
Hasta el momento se han publicado cientos de análisis profundos sobre las razones de la quiebra de la empresa de intercambio de criptomonedas FTX.
También abundan los videos sensacionalistas en Youtube que aseguran que “el fin de las criptomonedas ha llegado”.
Pero pocas publicaciones abordan esta importante noticia desde la perspectiva de la psicología. Y para estudiar las causas psicológicas que desencadenan estos hundimientos financieros, podemos partir de tratar de responder algunas preguntas:
- ¿Por qué invertimos?
- ¿Por qué seguimos las conductas de los demás?
- ¿Qué nos lleva a creer en determinados proyectos?
Es decir, para analizar la influencia de la psicología detrás de la caída de FTX, un punto de partida es entender los detonadores de la conducta humana.
El Experimento Milgram sobre la obediencia
El experimento Milgram fue un controversial estudio que exploró los efectos de la autoridad (o la influencia) en los patrones de conducta humanos.
En la década de los 60s, el psicólogo de la Universidad de Yale Stanley Milgram llevó a cabo una serie de experimentos sobre la obediencia que resultaron en unos hallazgos sorprendentes.
En el estudio, una figura de autoridad ordenó a los participantes que administraran a otra persona, lo que creían que eran descargas eléctricas peligrosas.
Milgram comenzó sus experimentos en 1961, poco después de que comenzara el juicio del criminal de la Segunda Guerra Mundial Adolf Eichmann. La defensa de Eichmann de que simplemente estaba siguiendo instrucciones cuando ordenó la muerte de millones de judíos despertó el interés del investigador.
Los resultados de sus experimentos sugirieron que la conducta humana es muy susceptible de ser influenciada por alguien que identificamos como una autoridad.
Es como si la influencia de una autoridad nos hiciera entrar en un trance que anula nuestro razonamiento crítico, y accedemos a seguir conductas poco razonadas.
De alguna forma, nuestro cerebro descansa en que alguien más (en este caso, la figura de autoridad) está mejor informado que nosotros, y por lo tanto, podemos confiar en sus decisiones.
Psicología detrás de la caída de FTX
El Analista de la empresa catalana BELOBABA, Miquel Roig identifica dos explicaciones psicológicas al caso FTX:
La influencia social normativa: sucede cuando una persona adapta sus conductas para encajar con un grupo, porque no quiere parecer menos inteligente, o quedarse fuera de dicho grupo.
La influencia social normativa está asociada con el cumplimiento de ciertas conductas en público, pero no afecta las creencias internas.
Es decir, que la influencia social normativa influye en el comportamiento, pero sólo temporalmente.
La influencia social informativa: ocurre cuando seguimos la conducta de otras personas porque creemos que ellos tienen más información que nosotros.
Este tipo de influencia ocurre cuando una persona está insegura de una situación o carece de conocimiento.
La influencia normativa y la influencia informativa en la vida real
Por ejemplo, imagina que vas en tu auto en un sector oscuro y desconocido, tratando de encontrar una calle principal.
De repente ves que todos los autos delante de ti empiezan a cruzar a la derecha. Ante la percepción de que los de adelante tienen más información que tú, es muy probable que tú también cruces a la derecha, aún si no sabes racionalmente a dónde te llevará ese cruce.
En este ejemplo, ocurren estos dos fenómenos psicológicos. La influencia normativa te hace querer encajar en el grupo y no ser el único que cruce a la izquierda (en cuyo caso te sentirías perdido), y la influencia informativa, te hace seguir la conducta de cruzar a la derecha, bajo la suposición de que los otros conductores sí saben cómo salir de ese sector.
Y si seguimos el rastro de estas conductas, llegamos a la conclusión de que muchos de nuestros comportamientos tienen un origen, el instinto de supervivencia.
Roig señala que esta posición de autoridad que instintivamente le conferimos a alguien, puede ser la razón de por qué preferimos callar cuando vemos conductas que internamente nos parecen inapropiadas: preferimos no entrar en conflicto con alguien que tiene autoridad tácita o expresa sobre nosotros.
¿Cómo se relacionan estos fenómenos psicológicos con FTX?
Por un lado, la influencia normativa hizo que muchas personas pusieran su dinero en FTX. En este caso la figura de autoridad la ejercieron personalidades del deporte y la farándula como Tom Brady, Stephen Curry, Giselle Bündchen y otros.
Shaquille O’Neal es otra de las personalidades que apareció en publicidad de FTX.
La autoridad (es decir, la influencia) que estas personalidades ejercieron sobre el público, persuadió a miles de personas de poner su dinero en FTX.
Pero en cuanto empezaron a sonar las alarmas, la influencia informativa hizo que muchas personas salieran huyendo con su dinero en cuanto vieron que los primeros inversores retiraron su dinero de la empresa.
Por otro lado, esta tendencia a callar ante conductas que nos parecen inapropiadas puede ser una de las razones por las cuales ningún miembro de la empresa FTX hizo pública su incertidumbre cuando vieron conductas sospechosas en los directivos de la empresa.
Cronología de una bancarrota desde la óptica psicológica:
En esta sección cotejamos la cobertura del Wall Street Journal con los aspectos psicológicos que surgieron en los momentos importantes de la caída de FTX.
6 de Noviembre: La empresa Binance (competencia de FTX) anuncia que se deshará de todas sus inversiones en FTT (el token de FTX) debido a recientes revelaciones que han salido a la luz.
Este anuncio generó que muchos inversores retiraran millones de dólares ese mismo día. Aquí se evidenció la influencia informativa. FTX procesó 4,000 millones de retiros en un sólo día.
7 de Noviembre: FTX procesó otros 6,000 millones de dólares en retiros. Para entonces, era evidente que los clientes de la empresa habían llegado a la conducta conocida como “panic selling”:
“La venta de pánico es una venta generalizada de una acción, un sector o un mercado completo debido al miedo, rumor o reacción exagerada en lugar de un análisis razonado.” – Akhilesh Ganti
Aunque en este caso, esos miedos no eran tan infundados ni exagerados como lo define Ganti. Podemos asegurar esto, por la evolución de las investigaciones que siguieron en los días siguientes:
11 de Noviembre: Se revela que FTX usó dinero de sus clientes para hacer inversiones muy riesgosas, propiciando su caída. Ese mismo día, su fundador Sam Bankman-Fried renuncia como CEO y declara a FTX y a su empresa hermana Alameda, en bancarrota.
Como vemos, el componente emocional y psicológico ha estado jugando un papel importante en nuestra conducta económica, a veces sin que seamos conscientes de ello.
¿Están muriendo las criptomonedas?
De ninguna manera. Debemos saber que en las criptomonedas, así como en otros instrumentos financieros, hay ciclos y estacionalidades que deben analizarse en la perspectiva del tiempo y no permitir que sólo sean las emociones las que dirijan nuestras decisiones.
Las criptomonedas no son una inversión. No son acciones de una compañía. Son, simplemente, el futuro del dinero, la digitalización del dinero para adaptarlo al mundo digital. – Enrique Dans
Finance would be better if it was taught by the psychology and history departments at universities.
— The Motley Fool (@themotleyfool) November 21, 2020
Créditos imágen destacada: Jehyun Sung on Unsplash
Consultor de Marketing Digital y Branding. Apasionado por el Neuromarketing y la tecnología que está cambiando la forma en que nos comunicamos.
