El poder de la mirada es mucho más importante de lo que imaginabas, ya que utilizarlo de la forma adecuada puede ayudarte a persuadir a tu cliente a generar la acción que necesitas para tu marca. ¡Descubre cómo!
¿Qué hay en la mirada?
Más allá de las funciones que las miradas tienen en el ámbito social y cultural, son también reacciones involuntarias del cerebro frente a distintos estímulos. Los distintos tipos de miradas o la ausencia de las mismas pueden ser utilizadas a tu favor para lograr objetivos relacionados con tu marca y tus clientes.
El ingenio lo es todo. Hay muchísimos recursos a tu disposición para que puedas integrarlos a tu estrategia. ¿Has oído el dicho que recita que “los ojos son la ventana del alma”?
Al conocer la forma de comunicar distintos mensajes por medio de miradas, puedes guiar a tu cliente a realizar diferentes acciones.
Existen distintos tipos de miradas que es importante identificar y discernir en qué situaciones es pertinente utilizarlas. Conocer estos factores te ayudará a complementar una conversación que sea toda una experiencia en la que puedas persuadir a tu cliente sin que siquiera sepa lo que sucedió.
Importancia del contacto visual
Sabiendo todo lo que las miradas transmiten a los demás y la información que puedes obtener de ellos, utilízala como parte de tu estrategia con tus clientes. La mirada en los ojos del otro te ayudará a mostrar firmeza y seguridad, así como tener control de la conversación.
Además, hará que tu inteligencia sea notable y atraiga a la persona con la que estás hablando. Muy útil, por cierto, ya que quieres atraer y no alejar a tu cliente. Una mirada a los ojos puede incluso causar sensación similar al enamoramiento, lo cual es aprovechable en las ventas.
Mantener el contacto visual es muy útil para demostrar aprecio y esto da lugar a que la otra persona se sienta cómoda al acercarse. Más que tener una conversación normal, el hecho de ver a los ojos de los demás crea una conexión interpersonal que, en una conversación con un cliente, es perfecta para persuadir sin presionar.
La forma correcta de usar la mirada con tus clientes
Una mirada muy intensa y constante solo haría que la otra persona se sienta intimidada y muy incómoda. De hecho, lo recomendable es que mires a tu cliente por debajo de la normal. Una mirada casi sumisa, pero que no pierda el control de la conversación.
La mirada sonriente es ideal, pues da un acercamiento amistoso y genera respeta. Te ayudará que tus clientes tengan una mayor apertura por lo que les dirás. Mantén una mirada alegre sin muestras de enfado o miedo para transmitir confianza.
El tipo de contacto visual que definitivamente quieres usar es el social. Tiene un perfecto balance entre amabilidad y respeto, creando la distancia justa entre tu cliente y tú. Consiste en ver el rostro de la otra persona sin quedarse en un punto fijo. No debe incomodarlos.
Mantén un contacto visual natural y parpadea de forma constante y necesaria. Deja que tu mirada se muestre amigable y relajada a la vez, como la que utilizarías en un ámbito profesional o académico.