Al evaluar el desempeño de un paquete desde el punto de vista del marketing, es muy fácil guiarse por los resultados de ventas, pero esta información se quedará corta al momento de preguntarnos el porqué de su nivel de eficacia o ineficacia.
Es aquí donde el neuromarketing y todas sus herramientas entran en juego. Un análisis de neuromarketing puede ayudar a identificar los elementos específicos que funcionan, aquellos que no lo hacen, cuáles deben ser modificados y en qué medida.
Pero la función del neuromarketing no se limita únicamente a evaluar un empaque que ya ha sido creado, es también una útil herramienta para conocer los elementos que deben tomarse en cuenta en el proceso de diseño.
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Es más, múltiples estudios se han llevado a cabo para descubrir de qué forma reacciona el cerebro ante los empaques de los productos. Entre ellos hay varios elaborados por Pro Carton, por ejemplo “The Power of ‘limbic packaging’”, en el que detalla cómo usar investigaciones sobre el cerebro para hacer los paquetes más efectivos y exitosos.
Así es como se han obtenido importantes indicios, que sirven a las marcas en el proceso de creación y evaluación de sus empaques. Entre estos se encuentra la importancia de la multisensorialidad (estimular más de un sentido a la vez). De igual forma, la consistencia, que un empaque refleje los valores de la marca y los beneficios del producto, porque esto mejorará la percepción del consumidor respecto a ese producto.
El número 16 de la revista Insights, publicada por la NMSBA estaba dedicada específicamente a los empaques. Basándose en esta publicación el blog Brain and Marketing elaboró esta infografía que recoge los elementos más destacados:
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