Autoconocimiento, felicidad, talento, sentido del bien común. Las ventajas de incorporar procesos de neurociencia a la educación es clave para el desarrollo de los estudiantes.
¿Estamos educando a las nuevas generaciones para vivir en un mundo que ya no existe? El sistema educativo parece haberse quedado estancado en la era prehistórica en que fue diseñado.
Si bien la fórmula educativa actual permite a los estudiantes aprender a leer, escribir y hacer cálculos matemáticos, está comprobado científicamente que la escuela pone más énfasis en probar la memoria de los estudiantes en lugar de su inteligencia y motricidad.
En el marco de este nuevo paradigma educativo, está emergiendo con fuerza la educación emocional, siendo este un conjunto de enseñanzas, reflexiones, dinámicas, metodologías y herramientas de autoconocimiento estudiantil diseñadas para potenciar la inteligencia emocional.
Es decir, el proceso mental por medio del cual los niños y jóvenes puedan resolver sus problemas y conflictos emocionales por sí mismos, sin intermediarios de ningún tipo.
Según publicación del diario El País, el principio de la educación emocional se basa en promover entre los jóvenes o estudiantes el descubrir su propio valor, logrando así que el alumno encuentre desde el centro estudiantil su lugar en la sociedad.
Entre los valores y emociones destacan:
- Autoconocimiento
- Responsabilidad
- Felicidad
- Amor
- Talento
- Bien común
El aprendizaje emocional implica desarrollar el «centro de recursos» siendo estos las emociones. Aprender de nuestras emociones supone que nuestros niños, adolescentes y estudiantes en general sepan qué es sentir.
Incluso significa que aprendan por sí mismos a darse cuenta de cómo sienten, a percibir cómo se sienten los demás, a comunicarse desde este nivel y a regularse con la información que las emociones aportan.
Para estimular las competencias emocionales en vivo, nuestra capacidad afectiva es clave: debemos, por ello, ampliar nuestra inteligencia emocional docente. Según Enrique Blay, doctor en Psicología del Desarrollo, los seres humanos tenemos dos tipos de percepción: la racional y la emocional.
- La percepción racional es concreta, lógica, y tiene un recorrido en el cerebro más largo antes de ser aprendida.
- La percepción emocional es analógica, holística y tiene un recorrido en el cerebro mucho menor a la hora de ser aprendida.
Blay asegura también que, hasta los 2 años, el ser humano percibe los estímulos en el ámbito emocional, pero que de igual manera la percepción racional se encuentra desarrollándose.
El siguiente vídeo muestra cómo incluir las emociones dentro del aula y así impulsar a nuestros jóvenes a que expresen sus sentimientos, y conozcan desde la infancia, el giro que quieren darle a su vida.
Community Manager viviendo de la filosofía del: «Find a muse, be amused and as simple as that, become a muse»