Hace unos días, la revista digital UH lanzó un artículo que destaca a la «Neurociencia como una herramienta al servicio de la creación del siglo XXI», que en este caso, está enfocado a algo en particular y con lo que tenemos contacto día a día: Las producciones Cinematográficas.
¿Existe alguna garantía en la que fichar al actor o actriz de moda hará que una película vaya a ser exitosa?, ¿Qué opciones tiene un filme de triunfar en la taquilla si detrás dispone de un alto presupuesto?, ¿Puedes saber cuánta afinidad tendrá el espectador con la trama de tu historia?
CineCiutat puso en marcha un proyecto de innovación, dentro de su programa CinemaLab, que pretende utilizar la neurociencia como herramienta para conocer las percepciones del espectador ante una experiencia creativa. El proyecto piloto se llevó a cabo hace unos meses con la película documental “I am your father”, de Toni Bestard y Marcos Cobotá, a cargo del científico Aleksander Väljmäë, consultor de la Unión Europea y experto de la Universidad de Tallin.
Pedro Barbadillo, presidente de CineCiutat, y Cristina Gómez, coordinadora de CinemaLab, están al frente del proyecto Neurocinema. Defienden que disponiendo de esta información de forma anticipada, los profesionales pueden ser más precisos y “utilizar la técnica artística para provocar reacciones concretas en el público”. Gómez explica que la neurociencia se aplica al cine desde hace ya un tiempo en Estados Unidos, nosotros te lo podemos ampliar en nuestro artículo: Neurocinema ¿Cómo el Neuromarketing actúa en Hollywood?, destacando a la película de “Avatar” una de las películas más taquilleras de la historia, en la que James Cameron hizo uso de esta técnica para realizar el filme.
El proyecto de CineCiutat persigue “generar un estándar predictivo del éxito o del fracaso”, lo que, de cierta manera, contribuye a “reducir riesgos”, para la industria, ya que cada vez hay menos presupuesto libre para invertir en proyectos sin garantías.
Por otro lado, MindSing Neuromarketing, una firma de San Diego, está llevando a cabo estudios para monitorear la actividad mental durante una proyección fílmica mediante fMRI (Resonancia Magnética Funcional), en la que Pepe Flores destaca que es posible observar cómo la sangre irriga ciertas áreas, especialmente la amígdala cerebral, un grupo de núcleos neuronales responsables de las reacciones emocionales.
Con esta herramienta es posible estudiar el modo en el que se estimula ese “punto G neuronal”, lo que sería muy útil a los directores de cine para mantener al cerebro del espectador en un constante frenesí y eliminar los elementos innecesarios de las películas y centrarse únicamente en las escenas que provocan reacciones emocionales.
¡Qué tal eh! Podría decir que es casi como una fórmula mágica para Hollywood al alcance de sus manos. 😀
Guatemalteca, amante de las artes, del cine y de la música, diseñadora gráfica, fotografa y músico de vez en cuando.