Como lo hemos repetido en varias ocasiones, el neuromarketing ha demostrado en sus estudios que la toma de decisiones al memento de adquirir un producto nuevo no es un proceso del todo racional, ya que los consumidores no examinan conscientemente los atributos de un producto.
¿Cómo reaccionamos cuando deseamos comprar un producto? ¿Qué sucede en nuestro cerebro?
Muchas veces la necesidad de comprar se puede traducir como un deseo, y cuando sentimos ese deseo, nuestro cerebro lleva a cabo un proceso electroquímico, es decir, se activa el Sistema Límbico que es el sistema emocional y de memoria.
Y para explicarte de manera más específica como está compuesto este sistema, te mostramos esta pequeña infografía:
Cada una de estructuras mencionadas participa en el proceso de control de emociones y decisiones. Están involucradas en el cálculo racional y en equilibrar el resultado esperado con el real de las decisiones monetarias y a menudo preceden la decisión de compra, por ejemplo, durante la presentación del producto, del precio y la decisión de compra o no, y por otra parte el deseo del producto, el precio que está dispuesto a pagar el interesado y la posibilidad de no compra:
La preferencia del producto activa el núcleo accumbens (proceso de gratificación), la diferencia de precio activa la corteza prefrontal media (cálculo racional, buen negocio) y si la decisión es no efectuar la compra, se activa la ínsula (pérdida de dinero). La visión del producto y la predicción de compra activan el núcleo accumbens, pero la anticipación de pérdida monetaria (dolor) activa la ínsula.
Para el funcionamiento diario, la conducta y la toma de decisiones, hay toda una revolución química en nuestro cerebro.
Fuente: Integración Total
Guatemalteca, amante de las artes, del cine y de la música, diseñadora gráfica, fotografa y músico de vez en cuando.