El neuromarketing tiene la capacidad de detectar qué es lo que realmente nos gusta y que no, incluso aunque nosotros no nos demos cuenta de ello, esto, para entender cuáles son los factores que hacen que nos decantemos por un «sí» al momento de realizar una compra. Pero, antes de que se malinterprete la situación, es pertinente aclarar que los expertos aseguran que esta técnica se limita a tratar de conocer mejor las preferencias de los consumidores siento imposible forzar a alguien a obrar en contra de su voluntad.
Así que aquí te presentamos algunos de los trucos que se emplean para fomentar las ventas que nos comparte la página de la agencia Amor de Madre. Esto hará que pienses dos veces antes de que afirmes que el neuromarketing no nos afecta en absoluto.
1. JUGAR CON EL TIEMPO
Naturalmente, es de humanos tener miedo a las pérdidas. De hecho, una pérdida genera un impacto negativo mayor que el efecto positivo que genera una ganancia. Por eso se emplean términos como “edición limitada“. Esto hace que el cerebro detecte una posible pérdida y que nosotros tratemos de evitarlo. Este tipo de reacciones generan una toma de decisión más rápida, y por lo tanto, menos reflexiva. El ejemplo más obvio serían las rebajas, ya que ocurren en un periodo de tiempo limitado.
2. EFECTO PIGMALIÓN
En este caso, se juega con las expectativas y con el trato diferencial. Cuando una dependienta es muy amable y atenta, somos más propensos al consumo. Igual que cuando se nos hace creer que se nos está dando un trato diferente, con ofertas “solo para nosotros” por ejemplo.
3. EFECTO HALO
Cuando no conocemos a una persona, o un producto, tendemos a buscar asociaciones externas para formarnos una imagen. Así que, si vinculamos un producto que haya tenido mucho éxito a otro nuevo de la misma marca, lo más probable es que las características positivas que conocemos del primero se le atribuyan también al segundo.
4. EFECTO ARRASTRE
Este efecto, esencialmente, quiere decir que nos dejamos llevar por la mayoría. Los seres humanos tendemos a buscar la aceptación social, y por lo tanto, un argumento como “¿vas a ser el único que no lo tenga?” suele generar suficiente estrés como para empañar la capacidad de tomar una decisión racional, especialmente en los más jóvenes.
5. EFECTO SEÑUELO
Esta técnica se utiliza para que un producto parezca más ventajoso o más rentable que otro. Por ejemplo, si nos ofrecen un paquete de palomitas de maíz pequeño por 2 dolares y uno grande por 5 dolares, es posible que optemos por el pequeño al ser significativamente más barato. Sin embargo, si introducimos un producto-señuelo de tamaño mediano por 4,5 dolares, es fácil que ignoremos el paquete pequeño y que nuestro cerebro se limite a percibir que entre el mediano y el grande solo hay 50 centavos de diferencia, por lo tanto, comprar el grande es más rentable.
Así que ya lo sabes, ¡Nadie se escapa del Neuromarketing!
Guatemalteca, amante de las artes, del cine y de la música, diseñadora gráfica, fotografa y músico de vez en cuando.